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La Ruta 66 en Illinois. Tramo 7: East St. Louis
Olvidemos por un momento la Ruta 66. A este lado del río Mississippi, el de Illinois, antes de cruzar hacia Missouri, hay una ciudad que parece devastada, llena de terrenos vacíos e incontables edificios tapiados y en decadencia. Se trata de East St. Louis, un suburbio de área metropolitana de St. Louis, Missouri, totalmente independiente de ella… Incluso pertenece a otro estado.
No es una de las zonas más seguras de Estados Unidos, así que, por mi parte, llegados a este punto del mapa, es mejor obviar cualquier indicio de Ruta 66… Los que sientan curiosidad por ver de cerca una de las zonas más degradadas del país, entre los que me incluyo, deben tener un poco de cuidado.
East St. Louis, Illinois, el suburbio más peligroso de Estados Unidos
East St. Louis, está situada directamente al otro lado del río Mississippi del Downtown de St. Louis y del Parque Nacional Gateway Arch, ya en el estado de Missouri. Hubo un tiempo en que era una potencia industrial, una ciudad bulliciosa y próspera que crecía rápidamente,… pero como otras muchas ciudades industriales dependientes de los otrora poderosos sectores del acero, la automoción o la minería de carbón, como Detroit, por poner un ejemplo bastante parecido, East St. Louis sufrió una enorme pérdida de puestos de trabajo debido a la reestructuración industrial que se llevó a cabo durante la segunda mitad del siglo pasado.
Las imparables consecuencias fueron una terrible devastación económica, un elevado descenso de su población y una degradación urbana fulminante. La ciudad experimentó un profundo declive económico que no ha dejado de empeorar hasta nuestros días…
… pero.. ¿cómo y por qué las cosas han llegado hasta este punto de deterioro?
Un poco de historia
Illinoistown, el primer asentamiento moderno en lo que hoy es East St. Louis fue fundado en 1797 por el capitán James Piggott, un veterano de la Guerra de la independencia. El municipio como tal se estableció en 1861, momento en que los residentes votaron por el nuevo nombre, East St. Louis, en honor a la floreciente ciudad que crecía en la orilla occidental del río Mississippi.
La ciudad creció en el s.XIX gracias a la industria del ferrocarril. Tras la Guerra Civil, disponía de bastantes fábricas de hierro y acero y era conocida por algunos como la Pittsburgh del oeste.
En 1910 se había convertido en un próspero distrito comercial con todo tipos de tiendas, oficinas y lugares para el entretenimiento… La llegada del automóvil no hizo más que multiplicar las fábricas, que empezarían a producir vehículos y piezas para recambios.
El número de residentes se duplicó en pocos años. Con toda esta efervescencia, llegó mucha gente buscando trabajo, entre ellos muchos esclavos liberados procedentes de los estados del sur e inmigrantes que llegaron desde Europa del Este. Esa mano de obra más barata fue aprovechada por los empresarios para ofrecer empleo en las fábricas, lo que generó un enorme resentimiento entre los residentes blancos.
Postal en color de una calle de East St. Louis, llena de negocios y gente en las aceras. También aparecen un tranvía y vehículos tirados por caballos. Imagen: Carli Digital Collections
La corrupción política y las tensiones raciales fueron creciendo hasta llegar al 2 de julio de 1917, fecha que marcó el comienzo de los disturbios raciales, conocidos como la Masacre de East St. Louis.
LA MASACRE DE EAST ST. LOUIS
Las tensiones raciales aumentaron a principios del s.XX, a medida que fue aumentando la población negra, deseosa de incorporarse a un mercado industrial como el de St. Louis. Los trabajadores negros, que huían de la discriminación y los trabajos agrícolas mal pagados del sur profundo, suponían mano de obra barata para los empresarios, pero para los trabajadores sindicalizados de las fábricas, básicamente gente blanca, eran simplemente una amenaza, ya que temían que los negros trabajaran por salarios más bajos y los desplazaran de sus empleos.
La mecha se encendió el 1 de julio de 1917, cuando se difundió el rumor que un afroamericano había asesinado a un hombre blanco. Como venganza, un vehículo tiroteó el vecindario negro de 17th St. y Market Ave. La respuesta de los negros fue armarse y movilizarse para su defensa… pero se equivocaron de blanco.
Cuando dos agentes de policía se acercaron con su Ford T negro sin distintivos a la intersección de las avenidas 10th y Bond, varios cientos de negros armados, atraídos por el aviso de las campanas de la Truelight Baptist Church, confundieron a estos con atacantes. Los agentes fueron recibidos a balazos y ambos murieron. La respuesta del departamento de policía de East St. Louis fue la indiferencia ante la inminente llamada a la acción de los alborotadores blancos que pedían una solución sangrienta a la «afluencia de negros indeseables».
El día siguiente marcó el comienzo de lo que se conocería más adelante como los «disturbios raciales de East St. Louis». Impulsados por meses de propaganda racista por parte de líderes sindicales y periódicos, varios miles de blancos armados salieron a las calles y asaltaron los barrios negros de la ciudad, matando indiscriminadamente a hombres, mujeres y niños, y prendiendo fuego a sus casas. Algunos negros fueron fusilados o golpeados con adoquines, a otros los lincharon desde postes telefónicos y algunos fueron ajusticiados en la horca.
La matanza asoló la ciudad ante la inacción de la Policía y la Guardia Nacional que, de alguna manera, legitimaron la acción de los asaltantes. Esta no cesó hasta que, finalmente, a primera hora del 3 de julio, refuerzos adicionales de la Guardia Nacional de Illinois marcharon hacia la ciudad. Las divisiones se desplegaron de inmediato, sofocando la violencia más intensa al arrestar a cientos de alborotadores blancos. Aún así, los incendios esporádicos y las palizas continuaron durante las semanas siguientes. Para entonces, miles de personas ya habían huido a través de los puentes hacia Missouri.
Cuando los 1.500 negros que se refugiaron en edificios municipales de East St. Louis salieron por fin a la calle, se encontraron un auténtico infierno.
Los disturbios dejaron un balance de nueve blancos muertos y entre 100 y 200 negros asesinados, dejando además a 6.000 afroamericanos sin hogar. Algunos informes oficiales sugirieron que fueron solo 39 los negros muertos, aunque la mayoría de estimaciones sitúan esa cifra mucho más elevada.
En S. 5th St. y Railroad Avenue hay un tímido marcador que fue erigido en el Centenario de estos trágicos acontecimientos. Nada más los recuerda.
Aunque un gran jurado acusó formalmente a siete agentes de policía por asesinato, disturbios y conspiración, los fiscales estatales finalmente retiraron los cargos. Permitieron que tres agentes más se declararan culpables de disturbios y pagaran una multa de 150 dólares. Ningún funcionario de la ciudad o de la policía se enfrentó a cargo alguno por su inacción durante los días 2 y 3 de julio.
La ciudad siguió adelante.
Pocas ciudades en Estados Unidos han sufrido tanto como lo ha hecho East St. Louis durante estas últimas décadas. Los disturbios raciales de 1917, la huida de los blancos y la pérdida de empleo devastaron la ciudad desde los años 50 en adelante.
Una bulliciosa calle en East St. Louis, en los años 50/60. Foto: autor desconocido.
Con 82.366 habitantes, en 1950 East St. Louis era la cuarta ciudad más grande de Illinois, con un elevado estatus como potencia industrial y manufacturera. Y al otro lado del río Mississippi tenía la que era la 4ª ciudad más grande del país.
Los músicos de blues, rock and Roll y jazz eran una gran fuerza creativa de la ciudad. Algunos incluso se fueron y lograron reconocimiento nacional, como Ike & Tina Turner.
EL CLUB MANHATTAN
El Club Manhattan ocupa un lugar destacado en la historia de la música. Se dice que fue aquí, en este club nocturno situado en el 1320 East Broadway, en lo que hoy es un solar, donde Tina Turner conoció a su futuro esposo, el líder de la banda Kings of Rhythm, Ike Turner.
La ciudad, como muchos otros suburbios industriales a lo largo de EE.UU, en los años 60 sufrió la reestructuración del sector de la industria pesada y la hasta entonces bulliciosa ciudad se vio afectada por una pérdida generalizada de puestos de trabajo.
Varias empresas importantes se fueron hacia otros suburbios. Los residentes blancos, que hasta ahora vivían en barrios racialmente mixtos, abandonaron la ciudad y se mudaron a barrios exclusivamente blancos, donde les resultaba más fácil conseguir trabajo. La población de East St. Louis se desplomó, quedando solamente residentes afroamericanos.
Con la huida de la mano de obra, la industria desapareció del todo y los negocios empezaron a cerrar. La ciudad, sin apenas impuestos que recaudar, dejó de proporcionar servicios básicos a la comunidad, descuidando la seguridad y el mantenimiento de las infraestructuras.
La decadencia urbana azotó la ciudad. Aparecieron bandas callejeras, la violencia aumentó y la desconfianza afectó dramáticamente la base comercial de las calles más céntricas. Empezaron a fallar las alcantarillas y cesó la recolección de basura. Los coches de policía dejaron de pasar y los semáforos dejaron de funcionar.
Collinsville Avenue, una de las avenidas más importantes del distrito histórico del centro de East St. Louis, ahora totalmente desolada. Foto: David Wilson.
En el censo de 2020, la población era de 18.469, menos de una cuarta parte que la que había en su época de mayor esplendor, y la pobreza y el crimen se han convertido en la norma. East St. Louis lleva muchos años siendo una de las capitales del crimen en los EE.UU.
Por si fuera poco, la construcción de nuevas autopistas alejaron el tráfico peatonal del centro de la ciudad, provocando la caída de sus los pocos negocios que quedaban. Actualmente, la naturaleza se va apoderando de los edificios y los terrenos vacíos. Algo bastante triste y deprimente.
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Las cifras …
Según las cifras publicadas por el estado de Illinois en 2022 en East St. Luis se cometieron 25 homicidios (36 en 2019). Teniendo en cuenta que se trata de una ciudad de alrededor 18.000 habitantes, pues resulta que esta es una estadística fatal, mucho peor que las ciudades más peligrosas de EE.UU, encabezadas por Jackson (Mississippi), Nueva Orleans (Luisiana), Birmingham (Alabama), St. Louis (Missouri), Baltimore (Maryland), Baton Rouge (Luisiana), Detroit (Michigan) o Cleveland (Ohio)… Y eso teniendo en cuenta que las cifras tienden a la baja en los últimos años.
Lo más sorprendente es que los delitos violentos son un problema exageradamente común, lo sorprendente es que la mayor parte de la ciudad está vacía.
Antes de pasar a ver la ciudad en sí, vamos a adelantarnos con unas pocas cifras:
- La edad promedio es de 43 años, lo que indica que los jóvenes han ido huyendo de la ciudad.
- Por género, el 57% son mujeres y el 43% hombres. El 15% de estas mujeres son viudas.
- Desglosando por raza, el 95% son negros, el 2% blancos, y en el 3% restante se encuentran los hispanos, asiáticos y mestizos.
- El 29% de su población se encuentra bajo el umbral de la pobreza.
- El valor medio de una vivienda es de 57.800$.
Los números cuentan sólo una parte. Mucho más reveladoras son las vistas de las propias calles de la ciudad.
Dowtown East St. Louis. Distrito Histórico
Hoy en día no es, precisamente, una de las ciudades más seguras de Estados Unidos, así que los más curiosos deberán tener mucho cuidado si quieren explorar el área.
El distrito histórico del centro de East St. Louis está ubicado cerca del río Mississippi. Esta es una de las pocas partes de la ciudad que todavía permite imaginar cómo fue durante su época de apogeo, con la triste presencia de unos pocos edificios históricos, incluidos individualmente en el Registro Nacional de Lugares Históricos: el Majestic Theater (1985), el Broadview Hotel (2013) y el Spivey Building (2022). Todos ellos, por supuesto, están abandonados.
Hay tantos lugares abandonados, tantos terrenos invadidos por árboles y maleza donde antes había casas o fábricas, que el centro de East St. Louis prácticamente no parece ni una antigua ciudad. Incluso es poco probable que se vea a alguien en la calle. Este panorama es el dramático resultado de la huida de la mano de obra, de la desinversión, de la pérdida de impuestos y de no poder permitirse ni siquiera los servicios más básicos… Del olvido.
Además, conducir por la ciudad (que a nadie se le ocurra darse un paseo andando…) puede ser un ejercicio de frustración, ya que las calles cuando no están cortadas, terminan en callejones sin salida, en caminos de tierra o van en la dirección equivocada.
COLLINSVILLE AVENUE era el corazón de la ciudad, pero ahora no es más que un cascarón vacío… Hay algunos edificios abandonados, entre ellos el magnífico Teatro Majestic, que cuando se construyó en 1928 era uno de las salas de cine más grandes de EE.UU, con una capacidad para más de 1.750 espectadores, y fue el primero en la ciudad en tener aire acondicionado. Su primer propietario fue Harry Redmon.
El teatro cerró en la década de los 60… Lleva muchos años desahuciado, las plantas se han apoderado de su balcón y más de un azulejo de la fachada se ha precipitado hacia el suelo. Una lástima, porque el edificio en sí es precioso.
El Majestic Theatre es un magnífico ejemplo de estilo gótico español, que fue diseñado por Carl y Robert O. Boller, los mismos que diseñaron el Kimo Theatre en Albuquerque, NM. El edificio está incluido en el Registro Nacional de Lugares Históricos desde 1985. Imagen: Google Maps
En la principal intersección de la ciudad, Collinsville con Missouri Avenue aparecen dos edificios históricos más, ambos también vacíos: el First National Bank y el que, atendiendo a su cartel, acogió en su día la sala de fiestas «The Max».
El desolado Spivey Building, incluido en el Registro Nacional de Lugares Históricos desde 2022. Imagen: Ken Fager
Desde esta intersección, en MISSOURI AVENUE asoma el Spivey Building, el edificio más alto de East St. Louis y su único rascacielos. Construido a mediados de la década de 1920 por el rico propietario del periódico local, Allen Spivey, fue durante muchos años una de las referencias en altura e importancia de la ciudad.
La idea de Spivey era convertir el distrito histórico en uno de los más grandes de la zona. Es obvio que su compromiso por un futuro mejor en East St. Louis fracasó. En 1980, este rascacielos de 12 pisos vio marcharse a su último inquilino. Desde entonces, el edificio ha permanecido vacío.
La calle está bloqueada al paso de vehículos a ambos lados. Y es que el Spivey se está, literalmente, desmoronando poco a poco después de haber estado abandonado más de 40 años. Es un ejemplo perfecto para ilustrar el declive de East St. Louis… hasta el punto de ser un peligro para todo aquel que camine o circule alrededor de él. Muestra de ello son los escombros que llenan las aceras.
Su aspecto es desolador y su estado de descomposición es demasiado avanzado como para rehabilitarlo. El Ayuntamiento tampoco puede permitirse el lujo de derribarlo, así que ahí se queda, descomponiéndose sobre la acera.
Justo antes de quedar bloqueada, hay un pequeño tramo de Missouri Avenue con un poco de actividad … Un elegante y renovado edificio Art Deco acoge una agencia de seguros, frente a la cual hay un bar musical.
Al final de Barrack Obama Avenue hay otro edificio imponente. Está abandonado también, aunque está acotado y parece que que están trabajando en él. Se trata del antiguo Broadview Hotel, otro de los edificios históricos en la ciudad, que permanece vacío desde 2004.
Cuando se construyó, era el hotel más grande y elegante de una ciudad que por entonces estaba en pleno crecimiento. Disponía de salón de baile, restaurante, sala de conferencias,… e incluso un jardín en la azotea. No hay duda de que el Hotel ayudó a solidificar el estatus de East St. Louis como una gran ciudad emergente.
El hotel abrió sus puertas al inicio de la caída del mercado de valores de 1929 y los problemas financieros fueron recurrentes desde el principio. A finales de los 40, el hotel, dejó de ser un hotel y se convirtió en un edificio de apartamentos de lujo.
En 1957, con la ciudad ya en decrecimiento, alquiló su parte de su espacio a la Universidad del Sur de Ilinois. En 1978 esta se hizo con el edificio entero, emprendiendo una gran renovación. La Universidad ocupó el Broadview hasta 2004… y desde entonces ha estado vacío. East St. Louis nunca más construiría un hotel más grande ni mejor.
En verano de 2023 había equipos de construcción. Y es que a principios de ese año se anunció un proyecto de rehabilitación del edificio.
El único edificio que parece tener algo de vida por la zona es el de la Comisaria de Policía, en N. Main St. El que parece ser su antiguo cuartel general está justo al lado, abandonado completamente. Es una pena porque parece un magnífico ejemplo de edificio Art Deco.
Realmente hay poco que hacer cuando las autopistas y las vías del tren bloquean la orilla del rio. Aún así, East St. Louis ha creado el bonito Parque Conmemorativo Malcolm W. Martin, en el recientemente añadido paseo marítimo de la ciudad, donde se puede subir a un mirador sobre el río Mississippi y obtener una vista increíble del Gateway Arch.
El nombre del parque es un homenaje al abogado que luchó incansablemente para crear algo destacable en esta parte de la ciudad y preservar las vistas hacia la otra parte del rio.
Otro de los lugares más emblemáticos del parque es el Gateway Geyser, del que se dice que es la segunda fuente más alta del mundo… cuando está en funcionamiento, lo que ocurre solo ocasionalmente. En principio, de mayo a septiembre se puede ver encendida durante 10 minutos al mediodía, siempre que el viento o la sequía no lo impida.
El Geyser está cargado de simbolismo: cuando está encendido lanza el chorro de agua a una altura de 192 m, la misma del Gateway Arch al otro lado del río en San Luis. La fuente más grande esta constelada por 4 más pequeñas, cada una de las cuales representa a uno de los ríos que convergen en St. Louis (Mississippi, Illinois, Missouri y Meramec).
Parece que la ciudad está haciendo lo que puede para brindarle a la gente una razón para querer venir alguna vez a East St. Louis. Además del Parque que complementa el Gateway Arch, también se inauguró un casino en 2002. Honestamente, más allá de estos dos lugares no hay nada que valga la pena hacer o ver en la ciudad, por lo menos para el turista normal…
Incluso para la gente que vive en el Great St. Louis no hay razón para acercarse hasta aquí. Hay muy pocos servicios, no hay un centro comercial que atraiga a la gente, muchos de sus semáforos no funcionan… Realmente parece una ciudad muerta. Incluso hay muchas calles que no son transitables porque la ciudad ya no puede permitirse el lujo de mantenerlas…
Para el viajero normal no hay motivo que justifique el aventurarse hasta aquí. Sin embargo, para el cazador de fotos o el curioso turista de la degradación puede que sí que tenga interés hacer este pequeño viaje.