Este barrio, ahora lustroso y brillante, ocupa el mismo terreno que antes ocupaban hacinadas casas de vecinos y, más adelante drogadictos atraídos por las rentas baratas y los parques sin vigilancia.
No es uno de los más visitados por los turistas y no siempre ha tenido buena reputación, pero el Lower East Side desprende historia por los cuatro costados y, además, sus calles esconden rincones muy auténticos…