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La Ruta 66 en California. Tramo 1. Needles, la puerta de entrada al Estado Dorado
En California, la ruta 66 original, conocida como National Old Trail Highway, se embarca en un apasionante viaje hacia el oeste desde el río Colorado en Needless hasta las hermosas playas de Santa Monica.
Needles, California
Needles
El abrasador Valle de Mojave se extiende a ambos lados del río Colorado, que hace de frontera natural entre California y Arizona. En la orilla occidental se situa Needles, la puerta de entrada al estado dorado, cuyo clima desértico es todo un desafío para sus poco menos de 5.000 habitantes (2020).
Y es que con tan sólo 23 días de lluvia al año, aquí se observan algunos de los registros de temperatura más elevados de toda la nación.
Históricamente, estas tierras han sido el hogar de los indios Mojave, que ya vivían aquí mucho antes de que existiera Needles. Y aunque todavía hay una comunidad nativa relativamente grande, no son, ni mucho menos, la mayoría.
La fundación de Needles llegó con la llegada del ferrocarril al río Colorado en 1883. Su nombre se inspiró en las «agujas» de los afilados e irregulares pináculos de una cadena de montañas volcánicas que hay en el extremo sur del valle. La estación original, de madera, fue destruida por un incendio y fue sustituida en 1908 por el el hotel estación El Garces Harvey House, cuya clase y belleza lo convirtió en un lugar muy popular para los viajeros que recorrían la National Old Trail Highway, que se conoció más adelante como Ruta 66.
Needles: Población 4926 (2020). Altura: 151 m. Pertenece al condado de San Bernardino. Zona horaria: Pacífico (MST): UTC menos 8 horas. Verano (DST) PDT (UTC-7).
La Ruta 66 en Needles
Cuando se creó la U.S. 66 en 1926, se abrió camino a través de las Montañas Negras, donde se encontraban las minas de Oatman y Goldroad, ignorando el trazado de la ruta adoptada por el ferrocarril y la National Old Trails, que tenía pendientes bastante más fáciles de asumir. En 1952, se realineó de nuevo discurriendo, ahora sí, por el terreno llano cerca del ferrocarril. La I-40 cruzó el río Colorado en 1966 y enterró esta sección de la Ruta 66.
La llegada a Needles por la I-40 es muy poco memorable, así, quien quiera llegar a Needles de una forma auténtica tendrá que ascender desde Kingman por las Montañas Negras y disfrutar de la mística y de su paisaje espectacular, con el evidente atractivo de la excepcional visita a Oatman.
Al terminarse la Carretera Madre, miles de personas que huían del Dust bowl viajaron hasta California por necesidad. Más adelante, oleadas de turistas lo hicieron simplemente por placer. Para satisfacer las necesidades de unos y otros surgieron todo tipo de estaciones de servicio, moteles, cafeterías y restaurantes, algunos de los cuales pueden verse todavía.
Needles, cuya carretera era, precisamente, su calle principal, no fue ajena a tales oportunidades de negocio pero, a diferencia de otras ciudades, cuando la interestatal amenazó con rodear la ciudad, condenándola a una muerte lenta y segura, sus ciudadanos se opusieron ferozmente, consiguiendo finalmente que esta atravesara el pueblo.
Así, hoy en día todavía se puede disfrutar de al menos 15 quilómetros intactos de la vieja Ruta, donde todavía se conservan algunos iconos de la época, como el Motel Route 66, el motel Palm, que ahora permanece cerrado bajo el nombre de Old Trails Inn, el antiguo hotel El Garces Fred Harvey o el Historic Needles Theatre.
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Que ver en Needles
Si se viene desde Oatman, el recorrido por la ciudad comienza en la Mojave Valley Hwy, atravesando el puente sobre el río Colorado… Habrá que ir a a la entrada de la ciudad por el este, donde la alineación de 1952 de la Ruta 66 se convierte en Broadway St., la calle principal de Needles.
En el 201 E Broadway St está la estación de servicio abandonada, pero bastante bien conservada, que en su día se conoció como Carty’s Camp. Tenía una marquesina plana en forma de caja que promocionaba «Almuerzo, bebidas frías y calientes y víveres», además de gasolina, lubricantes y baterías.
William Carty y Dick Mansker abrieron su camping y estación de servicio en 1923, tres años antes de que se creara la Ruta 66. El matrimonio Carty se había alojado en un lugar parecido en el Gran Cañón y le contaron la idea a su amigo Dick Mansker en Needles, al que por lo visto le pareció bien la idea. Al cabo de unos años, Carty compró su parte a Mansker y cambió el nombre a Carty’s Camp.
Carty’s Camp, en Needles. El dosel sobre las islas de bombas cambió de forma y tamaño a lo largo de los años. Fotos: 66PostCards.com
El campamento no sólo ofrecía alojamiento y gasolina, sino también comestibles y artículos para el coche.
A principios de los años 40, Howard Carmody compró el campamento, que entonces contaba con 28 cabañas, le cambió el nombre a Havasu Auto Court and Service Station y pasó de Shell a Standard Oil. Cuando Howard se alistó en el ejército estadounidense en 1943, dejó el negocio en manos de otra persona. A partir de entonces, la historia está menos clara… Parece que las cabañas fueron abandonadas después de la guerra, pero que la estación de servicio funcionó hasta principios de la década de 1970.
La antigua gasolinera y tienda del Carty’s Camp, en Needles, se encuentra frente a la Ruta 66. El edificio ha sido repintado y parece que tiene algo de mantenimiento. A su alrededor todavía siguen en pie algunas de sus cabañas. Foto: Google Maps
Como curiosidad, el Carty´s Camp aparece brevemente en una rápida secuencia de la película Las uvas de la ira (1940).
Justo detrás de Carty’s, a su izquierda, a lo largo de Desnok Street, se encuentra el clásico 66 Motel, inaugurado después de la Segunda Guerra Mundial. Sus seis habitaciones estaban dispuestas alrededor de la oficina, todas en un solo edificio. Después de que la I-40 pasara por alto la ciudad en la década de 1970, el flujo de huéspedes disminuyó, pero no cerró del todo. Hoy permanece cerrado al público en general, pero se utiliza como apartamentos de una sola habitación desde los años 90.
Su histórico letrero de neón de los años 50 todavía luce en buen estado después de una exhaustiva reparación.
El 66 es un típico motel de un piso con planta rectangular: una oficina central rodeada por seis unidades. El letrero que anuncia el negocio está enfrente del motel. El letrero fue restaurado y luego vuelto a encender en una ceremonia el 23 de junio de 2012. Los números 66 presentaban contornos de neón que rodeaban 29 bombillas incandescentes en cada número. Foto: Google Maps
Ocupando la mayor parte de la manzana delimitada por Front St, Broadway y A St. se encuentra el antiguo Palms Motel, que abrió en la década de 1930 con varias «cabañas» separadas para acomodar a automovilistas.
En su origen fue propiedad de Guy y Orsavella Austin, estaba (… y sigue estando) rodeada de las típicas palmeras en Needles. Con el tiempo cerró, pero en los años 90 reabrió como Bed and Breakfast cambiando su nombre a «Old Trails Inn».
En el mismo terreno hay una gasolinera abandonada cuyo edificio principal sigue anunciando el desaparecido Motel.
Hoy, el negocio sigue abierto bajo el nombre de Palms Apartments, con pequeñas cabañas como apartamentos. Delante hay algunos escudos de la US 66 pintados en la carretera. Foto: Google Maps
El Rancho Motel en una foto de archivo. Foto: Rancho Motel, alrededor de la década de 1940. University of Nevada, Las Vegas University Libraries. https://d.library.unlv.edu/
Justo enfrente, en un bonito edificio antiguo, se encuentra el «Club de mujeres de Needles«, constituido en 1954.
Al lado está el fotogénico WELCOME WAGON un antiguo vehículo de transporte de bórax ( un tipo de sal ) que prestó sus servicios en el Valle de la Muerte en la década de 1880.
Originalmente formaba parte de la decoración del desaparecido El Rancho Motel, situado en el lado oeste de la ciudad, que fue derribado para dar paso a la autopista a fines de la década de 1950. El carro se conservó, se reconstruyó, se quitó su pintura blanca y ahora, en lugar de publicidad, luce las palabras «Needles» y «California», dando la bienvenida desde 2009 a los viajeros que entran a este desértico pueblo por la Ruta 66.
A la altura del número 823 W Broadway St, se conserva el Needles Theatre, que la Orden Masónica hizo construir en 1929. Alquilaron los bajos al Teatro, a un negocio inmobiliario y a una tienda de dulces y, mientras tanto, ocuparon el segundo piso. Cuando se inauguró disponía de 700 asientos, pero este aforo se redujo significativamente en una remodelación posterior.
El edificio ha sufrido varias incidencias a lo largo de los años:
En 1992, un incendio en el tejado provocó su cierre hasta 1997, cuando la Orden Masónica lo donó a la Ciudad, que lo restauró parcialmente.
En 2012 y 2014, sendas tormentas afectaron gravemente a la mayor parte del techo del edificio. E
n 2019 una sección del techo voló debido a otra tormenta, lo que generó otro revés importante y dudas para cualquier iniciativa para restaurar el edificio.
Antigua foto del Needles Theatre. Foto superior: 66PostCards. Hoy, el edificio parece estar cerrado al público. Foto inferior: Google Maps
En el 950 Front St. se encuentra el edificio largo de dos pisos que acogió en su día al Hotel El Garcés. Después de que la estación de tren original se incendiara en 1906, el ferrocarril construyó una nueva que incluía un hotel y un restaurante. El hotel se inauguró en 1908 y llevaba el nombre de un misionero español que exploró la región entre 1771 y 1774, Francisco Garcés, el primer europeo en cruzar el desierto de Mojave.
HOTEL EL GARCÉS
EL GARCÉS, estaba dirigido por la Fred Harvey Company y, por tanto, era una «Casa Harvey», una cadena de hoteles y restaurantes de lujo que se extendía a lo largo de la línea del ferrocarril de Santa Fe ofreciendo comidas y alojamiento de la más alta calidad.
El Garcés Harvey House era considerado como la joya de la corona de la cadena, y era conocido por las comidas de la más alta calidad, su fina ropa de cama, su cubertería de plata, su peculiar vajilla de porcelana y las flores frescas que decoraban las habitaciones. Los vecinos también utilizaban sus instalaciones para celebrar elegantes cenas y banquetes.
La disminución de la popularidad del ferrocarril en favor del automóvil afectó a muchas Harvey Houses en todo el oeste de Estados Unidos. Los viajes en coche eran accesibles para personas que podían permitirse viajar pero no cenar o pernoctar en un lugar tan lujoso como este, así que, finalmente El Garces cerró en el otoño de 1949, convirtiéndose en las oficinas ferroviarias de Needles.
El edificio se abandonó en 1988, pero un grupo local autodenominado «Amigos de El Garcés» lo rescató en 1999, logrando que ingresara en 2002 en el Registro Nacional de Lugares Históricos y empezando en 2007 su restauración. El plan original para abrir un hotel-restaurante de lujo se abandonó en 2009, sin embargo, la rehabilitación de las instalaciones continuó.
Antigua foto del Hotel El Garcés. Las camareras recibieron el sobrenombre de Harvey Girls. Eran jóvenes y cultas, y aunque se les solicitaba que firmaran un contrato en el que se comprometían a no casarse en un año, muchas de ellas terminaban por contraer matrimonio con trabajadores del ferrocarril. Foto: 66PostCards
Hoy en día, el edificio funciona como un centro comunitario para eventos locales, con un espacio disponible para arrendar a empresas o comercios.. Foto: 66PostCards
Frente a la plaza de Santa Fe, a cuyo lado opuesto se encuentra el Hotel El Garces, está el Museo Regional de Needles, donde se exhiben unos cuantos recuerdos y artefactos del pasado de Needles. El museo está dirigido por voluntarios locales y está abierto todos los días de martes a sábado. Hay un interesante mural que cubre el lateral del edificio, encima del cual sigue grabada la palabra Penny´s, un pequeño recuerdo de cuando este edificio era la tienda de J. C. Penny.
A la salida de Needles por la Ruta 66 (Needles Hwy) hay una antigua y sencilla estación de servicio Texaco cuidadosamente restaurada. En su momento fue propiedad de Bea y Harold Stout, y luego se convirtió en Mobil hasta que cerró en la década de 1970.
Este largo paseo por Needles acaba aquí. Disfruta del bello desierto que rodea la ciudad y del impresionante río Colorado antes de continuar el viaje por la Carretera Madre, pero ten cuidado: te esperan más de 240 kilómetros de yermo desierto sin apenas estaciones de servicio ( hay una en Goffs, a 48 km de distancia por la Ruta 66, y alguna más en la I-40). Lo mejor es que llenes tu depósito en Needles, o mejor aún, hazlo en Arizona, antes de entrar en California, o te verás obligado a pagar precios unos desorbitados. Reserva ese dinero para tomarte algo fresco después de cruzar el cruzar el largo y caluroso desierto de Mojave.