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NUEVO MEXICO (2): Endee / Bard / San Jon / Tucumcari / Montoya / Newkirk / Cuervo. Km 2.092
Los pueblos abandonados en este viejo y desgastado segmento de la Ruta 66, suelen ser visitados por unos pocos apasionados de la Ruta 66. Y es que muchos turistas, ya sea por falta de tiempo, interés o desconocimiento, no pasan por lugares como estos, con kilómetros de carretera sin asfaltar y salpicados de edificios polvorientos que llevan abandonados mucho tiempo.
Para ellos, las auténticas historias de la Carretera Madre tienen que ver más con los museos, las tiendas de souvenirs o con hamburgueserías famosas de poblaciones que no han muerto del todo… obviando la experiencia de recorrer tramos que apenas han sufrido cambios en positivo desde que hace más de 50 años… como los 133 km que van de Glenrio a Cuervo, que figuran en el Registro Nacional de Lugares Históricos y que prometen emociones para aquellos que decidan visitar y conocer las pequeñas memorias que esconden estos pueblos abandonados,…
Endee
Endee: Población: 0 (2023). Altura: 1.165 m. Está ubicado en el condado de Quay. Zona horaria: Central (CST): UTC menos 6 horas. Verano (DST) PDT (UTC-5).
Inscrito en el REGISTRO NACIONAL DE LUGARES HISTÓRICOS.
Conducir a lo largo de este segmento es como viajar en el tiempo hasta finales de la década de 1920. Aunque no siempre fue así, las casas y estructuras abandonadas revelan el hecho de que ENDEE (1882) ha sido bastante ignorada por el mundo.
Hoy es otro más de los pueblos fantasma que se alinean en los márgenes de los tramos olvidados de la vieja Ruta 66. Alejada del ajetreo y el bullicio de la vida moderna, lo poco que queda en pie, un motel abandonado y unos «fotogénicos «baños modernos«, figuran en el Registro Nacional de Lugares Históricos.
Bard
Bard: Población: 0 . Altura: 1.219 m. Está ubicado en el condado de Quay. Zona horaria: Central (CST): UTC menos 6 horas. Verano (DST) PDT (UTC-5).
Fundada en 1906, BART nunca llegó a ser una localidad muy grande (apenas 26 personas en 1946). Una vez tuvo una gasolinera, un garaje y una oficina de correos, aunque hoy ya no queda prácticamente nada más allá de las ruinas de esta última. Es más, es posible que uno se la salte mientras conduce.
San Jon
San Jon: Población: 190 (2023). Altura: 1.229 m. Está ubicado en el condado de Quay. Zona horaria: Central (CST): UTC menos 6 horas. Verano (DST) PDT (UTC-5).
SAN JON es la primera localidad más o menos grande a la que llega en la Ruta 66 desde la entrada a Nuevo México por el este. Se fundó en 1902 y con la llegada del ferrocarril dos años disfrutó de cierta prosperidad, convirtiéndose en un importante centro ganadero.
La ciudad recibió un gran impulso cuando la Ruta 66 se alineó a través de la ciudad en 1926 gracias a negocios orientados a los viajeros, pero como muchas otras ciudades a lo largo de la Ruta 66, cuando la I-40 la pasó por alto (1981), la economía local se resintió y muchos de los negocios cerraron.
Hoy, San Jon es un lugar tranquilo donde el entretenimiento está en detener el coche y hacer algunas fotos de los viejos negocios de la hoy prácticamente desierta calle principal mientras se imagina cómo era la vida en la ciudad cuando todos ellos estaban abiertos. Aún se puede ver lo que queda de algunos talleres y moteles antiguos. Uno de ellos, el San Jon Motel todavía está en funcionamiento. Se construyó en 1946 y sigue siendo el primer y el último motel que queda en el pueblo. Lo anuncia un clásico letrero de neón con cuadrados amarillos y letras negras que deletrean la palabra «MOTEL».
Los restos de otro motel muy parecido, el Circle M Motel, distinguido fácilmente por un más que desgastado letrero que, igual que el San Jon, mostraba la palabra «Motel», se encuentran en la intersección con 11th St, nada más entrar al pueblo desde el este.
Tucumcari
Los que decidan obviar el paso por este tipo de poblaciones pequeñas, pueden tomar directamente la interestatal desde Glenrioy plantarse en Tucumcari mucho más rápido
Tucumcari: Población: 5.123 (2023). Altura: 1.247 m. Está ubicado en el condado de Quay. Zona horaria: Central (CST): UTC menos 6 horas. Verano (DST) PDT (UTC-5).
Un poco de historia…
Apodada en su día «Six-Shooter siding», algo así como el «apartadero del revolver», Tucumcari nació en 1901 de la mano de la línea de ferrocarril de Rock Island. Sus patrocinadores fueron cinco empresarios de Liberty, Texas, los hermanos M.B y A.D. Goldenberg, Jacob Wertheim, J.A. Street y Lee K. Smith, que compraron la tierra y donaron una parte para montar el campamento junto al tren.
Oficialmente, el nuevo campamento fue bautizado como Douglas, pero más tarde adoptaría el nombre de Tucumcari (mirador, en comanche) en referencia a las poéticas montañas que hacen de telón de fondo de la ciudad.

Según una leyenda india, las montañas Tucumcari obtuvieron su nombre por dos jóvenes amantes, Tocom y Kari, que sufrieron una trágica muerte. Tocom murió en un duelo con un pretendiente rival y Kari se quitó su propia vida.
La casa de M.B. Goldenberg está considerado como el primer hogar permanente de Tucumcari.
El primer tren de pasajeros llegó en 1902. A partir de entonces, la ciudad recibiría cuatro trenes de pasajeros al día, dos desde el este y dos desde el oeste.
El campamento inicial no tardaría en llenarse de comerciantes, tabernas, jugadores y forajidos, de ahí el sobrenombre… Algunos de sus primeros negocios fueron el hotel Waldorf-Astoria (1902), con 12 habitaciones que costaban 2$ la noche, el Monarch Saloon y una serie de tugurios para atender a los más canallas…
En 1910, Tucumcari ya tenía más de setenta negocios, escuelas y varias iglesias. Cuando sobrevino la Gran Depresión, la ciudad pudo salir adelante gracias a los empleos que surgieron con la llegada de la Ruta 66.
Con 6194 habitantes, en 1946 era una ciudad importante en pleno desierto de Nuevo México.
Recorrer TUCUMCARI BOULEVARD es casi como retroceder sesenta años en el tiempo. Y es que todavía sobreviven bastantes negocios de los tiempos en que era la «ciudad de las 2.000 habitaciones», como el Tee Pee, el Blue Swallow o el Palomino, muy valorados por los viajeros de la Ruta 66.
Palomino Motel
El magnífico letrero actual data de finales de los 50 o principios de los 60. El dosel sobre el camino de entrada del vestíbulo se agregó en algún momento a principios de la década de 1960.
El Palomino Motel fue inaugurado en 1953 con 20 habitaciones. Los propietarios originales fueron James y Gladys Hyde, que lo promocionaron como «uno de los mejores hoteles del sudoeste». Como la mayoría de moteles de la época, las habitaciones estaban dispuestas en forma de U con un pequeño edificio de oficinas separado.
En 2017 el que para entonces era un negocio degradado,fue adquirido por Warren Fisher y dirigido por Lila Doughty… Fue necesaria la limpieza del terreno, el repintado general, la renovación de habitaciones y la rehabilitación del icónico letrero para que luciera tal como en sus mejores días…
Este último, con su memorable combinación de neón y más de 1.000 bombillas incandescentes, sigue siendo una atracción (sobre todo nocturna) para los fans de la Ruta 66.
El rótulo original, un sencillo neón con un caballo y el nombre del hotel iluminado, se exhibe hoy en el Museo del neón de Las Vegas.
Tee Pee Curios
Uno de los puestos comerciales más emblemáticos y visitados por los viajeros de la Ruta 66 es el TEE PEE CURIOS.
Esta tienda de regalos empezó en la década de 1940 como una gasolinera y una tienda de alimentación. Con la nueva carretera en 1959, quitaron la gasolinera, se añadió la entrada con forma de tee pee y esta evolucionó hasta la actual tienda de regalos.
El letrero que lo anuncia se instaló en 1960 y se restauró en 2003 como parte del Proyecto de restauración de letreros de neón de la Ruta 66 de Nuevo México.
Blue Swallow Motel
Probablemente, el lugar más reconocible y fotografiado de la ciudad sea el Blue Swallow Motel, cuyas señas de identidad son un viejo neón y su histórica golondrina azul. Ambos siguen iluminando el paso de vehículos por la noche, invitando a parar y descansar en sus legendarias instalaciones.
Hoy en día se conserva como uno de los moteles más antiguos y continuamente operativos en Nuevo México
Inscrito en el REGISTRO NACIONAL DE LUGARES HISTÓRICOS en 1993.
Fundado en 1939, el Blue Swalow Motel es uno de los hoteles míticos de la Ruta 66. Su famoso letrero todavía proclama con orgullo «Aire 100 % refrigerado» y «TV» mientras brilla en el crepúsculo de la tarde.
W. A. Huggins abrió el Blue Swallow Motel & Cafe en 1941 como un motel con 10 habitaciones, administrándolo durante más de 15 años.
En 1958, Floyd Redman compró el establecimiento como regalo de compromiso para su futura esposa Lillian, que se deshizo del Cafe, le añadió el famoso letrero e hizo construir garajes entre las habitaciones.
Lilian dirigió el negocio durante casi cuatro décadas, ofreciendo hospedaje a los cansados viajeros por un precio asequible (incluso aceptando objetos a cambio), convirtiéndose en una figura muy querida en la Ruta 66. La increíble dedicación de Lillian Redman simboliza el espíritu de la Ruta 66 — hospitalidad, comunidad y resistencia.
En los años 60, la mayoría del tráfico fue desviado hacia la interestatal, pero Lillian perseveró dirigiendo el negocio durante esos tiempos más difíciles. Se retiró en 1998 y murió al año siguiente, cuando contaba con 89 años.
Dale y Hilda Bakke lo restauraron hacia finales de los 90, devolviendo el neón a su aspecto original. Le añadieron teléfonos de los años 30, artefactos de baño de época y conservaron los garajes originales. Más adelante, el Motel pasó por las manos de varios propietarios hasta que Kevin y Nancy Meuller, lo compraron en 2011 y se hicieron cargo de él hasta 2020.
Los actuales propietarios Robert y Dawn Federico mantienen la estética vintage, agregando algunas comodidades más modernas como el Wi-Fi o cargadores eléctricos. También reforzaron el letrero después de que una tormenta lo dañase.
El Blue Swallow es de una época en la que muchos moteles tenían una cochera para cada habitación. Cada una de sus habitaciones conserva detalles originales —teléfonos vintage, los garajes individuales, murales pintados a mano— que transportan al viajero a otra época. El encargado no tiene ningún reparo en mostrar las instalaciones de este mítico hotel.
Hoy, con sus 14 habitaciones temáticas y su vibrante neón el Blue Swallow Motel sigue siendo un destino muy querido por aquellos viajeros que buscan autenticidad en su periplo por la Ruta 66.
Safari Motel
El Safari Motel abrió sus puertas en 1959 como Best Western Crown Motel. Originalmente disponía de 23 habitaciones y era bastante moderno para la época, ya que disponía de televisión, aire acondicionado y teléfono.
Su etapa inicial concluyó cuando Ronald y Arlene Fry adquirieron el motel en 1970, administrándolo hasta 1984. Coincidiendo con la apertura de la autopista, pasó por momentos difíciles …
Como muchos de los moteles de la ciudad pasó apuros coincidiendo con la apertura de la autopista, al perder buena parte del tráfico.
En 2007, el motel fue adquirido por Richard y Gail Talley, que iniciaron un complicado proceso de renovación que le devolvió su encanto original, consolidándolo como uno de los hoteles más icónicos y auténticos de Tucumcari.
En 2017, los Talley vendieron el motel a Larry Smith, un entusiasta de la Ruta 66, que lo ha vendido recientemente a Rich Havlik, que según parece planea conservar la estética y el patrimonio del motel.
Ranch House Cafe
Pearl & Doug Barnett construyeron y dirigieron el Ranch House Cafe a principios de la década de 1950 y durante muchos años utilizaron el lema «Buena comida siempre, siempre buena comida».
El restaurante fue uno de los primeros de la zona en ofrecer un servicio Drive-In. Prosperó durante los mejores años de la Ruta 66, pero el desvío del tráfico hacia la nueva autopista lo condenó a la desaparición.
Hoy, sus ruinas saludan a los viajeros que se despiden de Tucumcari, aunque muchos de ellos ignoran el fantástico neón que, por otro lado, es más que evidente que ha vivido días mejores.
La composición del neón que anunciaba el Ranch House Cafe, y el camión que lo custodia es muy fotogénica. Foto: Wikimedia
Los Murales de Tucumcari
Otro de los reclamos de la ciudad de Tucumcari son los espectaculares MURALES que adornan sus paredes. Además del mural del Lowe´s Supermarket, de casi 40 metros de largo por 7 de alto, hay muchos más repartidos por el pueblo. La mayoría se pueden encontrar a lo largo de la calle principal, Tucumcari Boulevard, o en sus alrededores, pintados en los negocios, casas, muros o estacionamientos. Otros están algo más alejados. Su temática es diversa. Mientras que algunos reflejan aspectos de la Ruta 66, otros están basados en la historia de la ciudad o el lejano oeste.

El mural del Lowe´s Supermarket, en la Tucumcari boulevard con 2nd St., es el más grande del mundo dedicado a la temática de la Ruta 66. Mide casi 40 metros de largo por 7 de alto.
En el 2202 W de Tucumcari Boulevard se encuentran las ruinas desoladas del histórico PARADISE MOTEL & CAFE, construido en 1950 y cerrado en los 90 St. Los clásicos letreros de neón fueron retirados después de que la el edificio sufriera dos incendios en menos de seis meses en 2017 y 2018. Clovis Signs, la empresa de letreros de neón más cercana a Tucumcari, los compró para restaurarlos y sumarlos a su colección personal.
Los grafitis, los techos destruidos, las paredes quemadas, los muebles desparramados crean una atmósfera muy tétrica, pero ideal para los amantes de la fotografía urbex.
Hay que reservar un tiempo razonable para hacer docenas de fotografías antes de salir de nuevo a la carretera y dirigirse hacia Montoya, Newkirk y Cuervo.
Montoya
Montoya: Población: 0. Altura: 1.317 m. Está ubicado en el condado de Quay. Zona horaria: Central (CST): UTC menos 6 horas. Verano (DST) PDT (UTC-5).
Un poco de historia…
Montoya nació en 1902 como un punto de carga para el Ferrocarril, que transportaba mercancías y suministros para los aldeanos y los ranchos ganaderos de la zona. El asentamiento inicial, a medio camino entre Tucumcari y Santa Rosa creció y atrajo nuevos capitales, como el de G.W. Richardson, un comerciante de Missouri que abrió una tienda en 1908.
Cuando la Ruta 66 se abrió paso, se abrieron nuevos negocios para satisfacer a los desplazados por la Gran Depresión y el Dust Bowl en primer lugar y, más adelante, para acoger a los primeros turistas que se detenían en Montoya para abastecerse de comida y gasolina. En aquellos días, la Richardson’s Store era una parada muy popular.
En 1956 el tráfico se desvió hacia la nueva interestatal 40, y aunque había una salida cercana, el paso de vehículos se redujo dramáticamente hasta que finalmente el pueblo se abandonó. Ahora todo lo que queda aquí no son más que recuerdos que representan sueños perdidos y esperanzas fallidas.
Hoy, Montoya tiene algunas casas dispersas, unos pocos edificios en ruinas, una antigua iglesia, un viejo cementerio y los restos de la Richardson´s Store, el primer sitio visible al entrar en este pequeño poblado abandonado…
Richardson´s Store
Al igual que los ganaderos y los trabajadores del ferrocarril, los constructores de carreteras impulsaron la economía de Montoya… En 1925, el mismo año en el que se empezaron a realizar las mejoras en la carretera que atravesaba el pueblo, Richardson reubicó su modesta tienda construida en madera cerca de la carretera y la reemplazó por un edificio de piedra arenisca roja.
Inscrita en el REGISTRO NACIONAL DE LUGARES HISTÓRICOS en 1978.
La nueva tienda estaba junto a una arboleda con mesas para picnic y vendía víveres, recambios para automóviles y suministros de trabajo a turistas, residentes y ganaderos locales. También ofrecía servicio postal y, como otras tiendas locales de la época, era un lugar de reunión popular para la comunidad.
Richardson´s Store funcionó hasta que, a mediados de los 70, falleció su propietario. Desde entonces, y durante más de 20 años, Charles B. Domínguez, un amigo de la familia, se ocupó de ella, aún estando vacía. Durante ese periodo, la tienda ofreció una oportunidad perfecta para viajar en el tiempo, pues se cerró con todo lo que quedaba en los estantes. Más allá de una cerca metálica, los visitantes podían ver las antiguas bombas de gasolina, que hablaban de tiempos mejores, cuando el precio de la gasolina era de 64 centavos el galón.
En su día, el edificio se valló en espera de una reparación que nunca llegó. Actualmente está completamente desahuciado. Su pórtico colapsó hace años y el edificio en sí está muy deteriorado. Apenas se dejan ver las letras descoloridas que anunciaban «Richardson Store».
Entre 1930 y 1940, los viajeros encontraron algo frío para beber bajo los altos olmos que daban sombra a la tienda, que fue diseñada para ser lo más fresca posible, con un gran pórtico al frente que daba cobijo a las ventanas y a las bombas de gasolina.
El hecho de que la tienda de Richardson´s fuera incluida en el Registro Nacional de Lugares Históricos no ha evitado que lo único que quede de ella sea un viejo edificio colapsado ( la primera foto es previa a 2014, antes de que el techo de la cubierta de la entrada se derrumbara ). Foto: Ammodramus
Las otras estructuras de Montoya
Resistiendo dramáticamente el paso del tiempo todavía permanece en pie la vivienda de 4 habitaciones de Sylvan R. y Maria Ignacia Hendren, un edificio de piedra de dos pisos construido a principios del siglo XX, mucho antes de que la Ruta 66 atravesara el pueblo. Los residentes de Montoya la llamaban cariñosamente «Casa Alta».
Tampoco hay hay que perderse el cementerio local de 1910 y la iglesia de Santa Juana de Arco. En el cementerio, en un extremo del pueblo, hay una tumba a nombre de Cirilio Martínez (n. 1906 – m. 1976). Data de 1910. No lo adornan más que arbustos y el ruido del tráfico de la I-40. La inscripción en la puerta de la iglesia reza «Iglesia de Santa Juana de Arco En Memoria de Cirilio Martínez». Es un edificio modesto de un sólo habitáculo, pintado de blanco, con cubierta a dos aguas, cuya cúspide tiene una cruz sobre la entrada. En su interior se pueden ver unos bancos y un altar austero.
Desde Montoya la antigua Ruta 66 circula paralela a la Interestatal. Unos 20 km más al oeste se llega a la antigua ciudad de Newkirk.
Newkirk
Newkirk: Población: 0. Altura: 1.394 m. Está ubicado en el condado de Guadalupe. Zona horaria: Central (CST): UTC menos 6 horas. Verano (DST) PDT (UTC-5).
NEWKIRK es otro más de los muchos pueblos a lo largo de la ruta 66 que se desvaneció rápidamente después de que la interestatal lo pasara por alto. Como Montoya y otras tantas localidades del suroeste, Newkirk se fundó en 1901 cuando llegó el ferrocarril. El asentamiento original se conoció como Conant, en honor a un ranchero local, pero se cambió por el nombre de la ciudad natal de otro de los nuevos habitantes, Newkirk, Oklahoma.
Nunca llegó a ser una gran ciudad. No pasó de 115 habitantes, 2 gasolineras y 2 cafes en su mejor época (alrededor de 1946). Hoy es un pueblo fantasma que conserva un par de estaciones de servicio abandonadas y algunos edificios de lo que alguna vez fue una bulliciosa calle principal.
Breve visita a Newkirk
Lo primero que llama la atención al entrar en Newkirk por el este es que hay una gasolinera en funcionamiento. Es la antigua estación de Whiting Brothers que ha sobrevivido al paso del tiempo y sigue en marcha, a pesar de los cambios.
Pasadas las ruinas de una antigua oficina de correos, tienda y gasolinera creada en 1910, se encuentran los restos de otra estación de servicio abandonada. Un cartel descolorido anuncia que se llamaba Wilkerson’s. Cuando abrió la interestatal, el negocio se desplomó y agonizó hasta 1989, año en que, finalmente tuvo que cerrar.
Este antiguo edificio (1910) fue una vez una gasolinera, una oficina de correos y una tienda. Aunque sigue en pie, está totalmente abandonado. Debajo del dosel todavía se pueden ver las letras descoloridas que anuncian el negocio. Foto: Ammodramus
La antigua tienda y gasolinera Wilkerson´s está en ruinas, el dosel se está derrumbando y los tableros que una vez anunciaron la marca de gasolina Gulf, se están desvaneciendo. En uno de los laterales del edificio apenas ya se puede leer «Wilkinson’s Country Store. Sold ice, groceries and Gulf gasoline».
A sólo 14 km de distancia de Newkirk por la Ruta 66 se encuentran los edificios abandonados que conforman el casco antiguo de Cuervo.
Cuervo
Cuervo: Población: 80 (2025). Altura: 1.481 m. Está ubicado en el condado de Guadalupe. Zona horaria: Central (CST): UTC menos 6 horas. Verano (DST) PDT (UTC-5).
En 1946 CUERVO tenía una población de 128 habitantes. Hoy es casi un pueblo fantasma con un centro histórico salpicado de ruinas a ambos lados de la carretera. No queda más que algunas casas dispersas, un par de iglesias (una de ellas todavía abierta) y una gasolinera Texaco de los 40-50 que está abandonada. Vestigios de un pasado mejor que no dejan de ser una oportunidad interesante para explorar fotográficamente.
Como sus vecinas, la ciudad se fundó en 1902, cuando el ferrocarril que expandía sus vías hacia el oeste construyó una estación, que denominó «Cuervo». Con ella también llegó la oficina de correos, que se abrió ese mismo año. Con el auge de la Ruta 66, a partir de 1926, se abrieron algunas estaciones de servicio y varias tiendas para atender a los viajeros. Con todo ello, el pueblo creció y levantó un par de iglesias, que todavía se tienen en pie.
El sistema de carreteras interestatales que se creó en 1956 llegaría a Cuervo a fines de la década de 1960, por lo que el tráfico dejó de fluir por su calle principal y la economía local se hundió dramáticamente.
Breve visita a Cuervo
En el lado sur de la interestatal, además de ruinas se encuentra la centenaria iglesia católica de Cuervo, que se supone que no ha sido abandonada durante todos estos años, ya que parece haberse conservado mejor que sus edificios vecinos.
No hay demasiado más para ver aquí, a no ser que uno quiera hacer un tour fotográfico completo.
Santa Rosa, la próxima parada, está a sólo unos treinta quilómetros de distancia por la antigua Ruta 66.
Enlaces Externos
- https://www.theroute-66.com
- Theroadwanderer.net
- Route66times.com
- National Register of Historic Places : nps.gov
- 66PostCards
- Legends of America
- Library of Congress: log.gov