CARRETERAS INFINITAS

LA RUTA 66 EN ILLINOIS. Tramo 1. De Chicago a Joliet, 65 km

Ruta-66-Chicago
24 Dic, 2023
w
Home 9 RUTA 66 9 LA RUTA 66 EN ILLINOIS. Tramo 1. De Chicago a Joliet, 65 km

Enlaces de afiliación de Carreteras Infinitas

Los enlaces de afiliación que encontrarás aquí son las herramientas que nosotros utilizamos para preparar los viajes. Si reservas o compras algo a través de nuestros enlaces, podemos ganar una pequeña comisión sin coste adicional para ti, y a nosotros nos ayudará a mantener la web actualizada.

CON CANCELACIÓN GRATUITA Y SIN PAGO POR ADELANTADO

Reserva tu alojamiento con Booking.com

CON COBERTURA COVID-19

5% de descuento en tu seguro de viaje con MONDO

TOURS, ENTRADAS, TRASLADOS…

CIVITATIS: Excursiones y actividades en EE.UU

LA RUTA 66 EN ILLINOIS. Tramo 1. De Chicago a Joliet, 65 km

por | Dic 24, 2023 | RUTA 66, ILLINOIS

La histórica Ruta 66 comienza en el centro de Chicago, la capital comercial y cultural del Medio Oeste, y finaliza en Santa Monica, en California. El primero es considerado como punto de partida porque en general, en tiempos de crisis la gente se dirigió hacia el oeste en busca de una nueva vida y un futuro mejor. Más adelante, en tiempos de bonanza, hizo lo propio para disfrutar de unas vacaciones bajo el sol.  Desde este punto de vista, era en Chicago     (… o en el este) donde comenzaba el viaje y la carretera.

Chicago

La «ciudad de los hombros anchos», como la llamó el poeta Carl Sandburg, encarna en si misma la verdadera esencia norteamericana. Esa que la hizo resurgir de sus cenizas tras el gran incendio de 1871, que la destruyó casi por completo. La misma que la reinventó con la mirada puesta en el cielo y que vio nacer el primer rascacielos en 1885, el Home Insurance Building, de 10 plantas.

Nada que ver con el increíble horizonte actual en el que sobresalen los 443 metros de la Torre Willis, que dominaron el techo mundial durante 22 años (1974-1996).

Chicago ha sido (… y sigue siendo) una ciudad relacionada con el transporte. Su ubicación a orillas del lago Michigan, en la desembocadura del río Chicago, siempre ha sido un lugar estratégico para el comercio, un hecho que no pasó desapercibido para el misionero Jacques Marquette y Louis Joliet, cuando llegaron a este territorio por primera vez en 1673.

Jean Baptiste Point Du Sable llegó a la zona alrededor del año 1780. No fue el primero, ya que los indios Potawatomi vivían ya en esas tierras y los primeros exploradores habían estado allí un siglo antes, pero sí fue el primero en crear un asentamiento permanente.

Point Du Sable era afroamericano y había nacido en territorio del actual Haití, hijo de un francés y de una esclava africana. Estaba casado con una india potawatomi y tenía dos hijos.

Jean Baptiste Point du Sable, pionero y empresario,  es reconocido como el fundador de Chicago por haber establecido el primer asentamiento permanente en la desembocadura del río Chicago en 1779.

Du Sable creó un puesto comercial lo suficientemente grande como para abastecer a todo aquel que viajara hacia el Oeste. En 1796 nació su nieta, la primera ciudadana nacida en Chicago.

En 1803 comenzó la construcción de Fort Dearborn, en la desembocadura del río Chicago. A pesar de los continuos enfrentamientos con los indios y la Guerra anglo-estadounidense de 1812, con el fuerte llegó a la zona un incesante flujo de inmigrantes.  

En 1818, Illinois fue admitido como estado y en 1836 se empezó a construir el canal que conectaría Chicago con el río Mississippi.

En 1837 Chicago se convirtió en ciudad. 

La ubicación de Chicago fue su mayor activo, uniendo el este con las nuevas riquezas del oeste y convirtiéndose en el epicentro de una red de trasporte marítimo que conectaba las ciudades portuarias de Nueva Orleans y Nueva York. 

Impulsado por la Revolución Industrial y su ubicación en una encrucijada de caminos de la nación, Chicago emprendió un período de rápido crecimiento. A mediados del siglo XIX era una ciudad llena de oportunidades en la que cada año llegaban miles de personas en busca de trabajo y tierras.

 

Y lo que empezó por vía marítima se extendió al ferrocarril… En la segunda mitad del siglo XIX, ir hacia el legendario oeste virgen significaba pasar por Chicago.

Podría decirse que un auténtico desastre marcó su destino: el Gran Incendio de 1871 arrasó con casi toda la ciudad e hizo necesario un nuevo plan para reconstruirla usando materiales alternativos a la madera. Chicago, no tardó en resurgir de sus cenizas,… y de qué manera! Seis semanas después del gran incendio ya se habían empezado a construir más de 300 edificios…

El espíritu de su reconstrucción cambió la forma de construir el mundo. Se prohibió construir en madera y se levantó por primera vez una estructura de hierro para un edificio de 9 plantas (un pequeño rascacielos de la época…). Ese trabajo cautivó a decenas de arquitectos que llegaron a la ciudad con propuestas innovadoras: los de la Escuela de Chicago que, con la ayuda de una innovación tecnológica de primer orden, el ascensor, adoptaron una solución constructiva que permitió levantar estructuras de acero por encima de los 10 pisos, creando una nueva tipología de arquitectura que tuvo un cierto éxito : el rascacielos.

Poco más de 75 años después de que se abriera el canal hacia el río Mississippi, en 1926, la Ruta 66 llegó a la ciudad. Era realmente apropiado que Chicago se convirtiera en el término oriental del camino hacia California. Después de todo, Chicago fue el punto de partida de muchos viajes al oeste.

Hoy en día, la tercera ciudad del país es una limpia y coqueta ciudad que presume de estar a la vanguardia del desarrollo de la construcción y del diseño del paisaje urbano… Que seduce a los turistas con una arquitectura espectacular, grandes parques, increíbles panorámicas, un magnífico lago, esculturas callejeras, los mejores comercios, una larga tradición de jazz, los Bulls, Al Capone, la ruta 66… y la que, posiblemente, sea la mejor maratón del mundo.

En Chicago, los clásicos edificios de los años 30 se mezclan convenientemente con espectaculares rascacielos de última generación, y estos con espacios públicos llenos de detalles arquitectónicos.

Desde Chicago se inicia el largo camino de la Ruta 66 hacia las míticas playas californianas de Santa Monica. Jackson Boulevard era la Ruta 66 original en Chicago. Hoy es una calle de sentido único que viaja hacia el este. En el lugar donde se encuentra con Michigan Avenue, se ubica el poco conocido letrero que marca el «Fin de la Ruta 66».

Más fotografiada es la señal de BEGIN, que se encuentra en la intersección de Adams St. con Michigan Avenue, en frente del Grant Park y del Instituto de Arte de Chicago. En este punto, los más puristas deben saber que Adams St. nunca formó parte de la Ruta 66, simplemente hoy es una calle de sentido único que se dirige de este a oeste desde Grant Park. 

A no ser de que se tenga todo el tiempo del mundo para ser absolutamente escrupuloso con el antiguo recorrido de la Ruta 66, lo más práctico es dirigirse directamente hacia lo que se quiere ver tanto en Chicago como en su área metropolitana.

Route 66 Begin

Fotografía de la señal de inicio de la Ruta 66 en E. Adams St., situada en el lado sur, a mitad de la calle (hay otro letrero en la esquina noreste con Michigan Avenue). 

Estrictamente, Chicago marca tanto el inicio como el final de la Ruta 66, pero como, en realidad, la mayoría de viajeros se desplazaban en sentido oeste,  tiene más sentido que se la considere como el punto de partida. 

Si se circula en coche, lo más sencillo es seguir por por Adams Street hacia el oeste durante aproximadamente 1.9 km hasta llegar uno de los locales más icónicos de la Ruta 66 en Chicago… 

Lou Mitchell´s  sirve irresistibles comidas caseras y buen café desde 1923, cuando abrió en un edificio al otro lado de la calle. Desde entonces ha sido dirigido por varios miembros de la familia de Lou Mitchell.

La ubicación actual en el 565 de West Jackson boulevar, en el Loop, data de 1949. 

A lo largo de estos 100 años ha dado de comer a presidentes, políticos y celebridades, …  y todavía hoy ofrece servicio a cualquier hora del día.

El edificio fue agregado al Registro Nacional de Lugares Históricos en 2006.

A poca distancia del restaurante  se encuentra la impresionante Union Station inmortalizada en la memorable escena de las escaleras (ahora renovadas) en Los Intocables de Eliot Ness (1987). 

Lou Mitchell´s Chicago

Lou Mitchell´s, en Chicago. Su letrero de neón original sigue anunciando «el mejor café del mundo».

El punto de partida oficial de la Ruta 66 se ha movido varias veces desde que se puso en servicio la carretera. A medida que iba creciendo el sistema estatal de carreteras, tanto los puntos de inicio como de fin se fueron trasladando.

La alineación de 1926 se encontraba en el cruce de Jackson Boulevard y Michigan Avenue, cerca Art Institue. Se decidió este punto porque la legislación exige que las carreteras no terminen en un punto muerto, sino que deben conectar con una nueva ruta. En este caso, se trataba de la U.S. 41.

En 1933, el inicio de la Ruta 66 se movió varias manzanas hacia el este, hasta Jackson Dr. y Lake Shore Drive, que quedaba más cerca de la Feria Mundial que se desarrollo ese mismo año en la ciudad.

Más adelante, en 1955, Jackson se convirtió en una calle de sentido único en dirección este. Entonces Adams Street, la calle paralela, se convirtió en el nuevo punto de partida de la Ruta 66 en dirección oeste.

Hoy en día los viajeros pueden marcar el inicio de su viaje en el cruce de E. Adams Street y Michigan Avenue, frente al Art Institute of Chicago.

En el oeste, de 1926 a 1935, la Ruta terminaba en Los Angeles, mientras que a partir de 1935 se definió en Santa Monica.

Partiendo de Lou Mitchell´s se vuelve a tomar Adams St. durante unos 2.5 km para  luego torcer en Ogden Avenue, que hoy ocupa el trazado original de la Ruta 66 en dirección oeste hacia Cicero, Berwyn y Lyons.

Cicero / Lyons

Siguiendo por Ogden Avenue se entra en CICERO, ahora engullida por la gran área metropolitana de Chicago. 

A la altura del 3801 W Ogden Ave hay una antigua estación de servicio con forma de castillo que empezó a operar en 1925 y fue conocida como la Standard Oil de John J. Murphy. En los años 80 se convirtió en Castle Car Wash, nombre por el que hoy es conocido. A lo largo de los años, ha albergado varios negocios, pero ha sido conocida, sobre todo,  por ser uno de los escondites de Al Capone en Cicero. Actualmente está abandonada aunque está muy bien conservada.

El Cindy Lyn Motel en el 5029 W Ogden Ave abrió sus puertas en 1960 con 18 habitaciones y  ha seguido creciendo hasta las 65 actuales.  Fue conocido como el último motel antes de llegar a Chicago. Cuando abrió, el precio de la habitación era de $6,18 y si un taxi dejaba a un cliente, el taxista recibiría un encendedor Zippo gratis. Desde entonces, el Motel ha sido propiedad de la misma familia, que se enorgullece de «haber mantenido un toque personal a lo largo de los años» en 1960. El precio de las habitaciones también ha cambiado. Hoy el precio por una habitación estándar es de $80,00.

Henry’s Drive-In sigue abierto desde 1950 en el 6031 W Ogden Ave. El negocio de Bill Henry empezó en 1946 en un remolque. Cuatro años más tarde construyó aquí su pequeño bar. Con el tiempo lo convirtió en restaurante para competir con un nuevo McDonalds que abrió cerca. La reforma incluyó un llamativo letrero con un hot dog cubierto con mostaza y unas patatas fritas que rezaba «It´s a meal in itself» (» es una comida en sí misma») que todavía sigue anunciando el local. 

Cindy Lyn Motel Cicero

La arquitectura de estilo Googie del edificio del Cindy Lyn Motel todavía llama la atención del  viajero. Durante finales de los años 1950 y 1960 este estilo arquitectónico celebró las eras atómica y espacial con estructuras con forma de planetas, estrellas, boomerans y voladizos iluminados con brillantes letreros de neón. Foto: 66PostCards.com

CICERO Y AL CAPONE

Cuando llegó a Illinois, Al Capone fijó su residencia legal en Cicero, un tranquilo suburbio administrativamente separado de Chicago, con instituciones más pequeñas y manejables y,  sobre todo, con una policía local mucho más limitada en cuanto a hombres y recursos. Desde aquí podía manejar los bajos fondos de la metrópoli sin que la policía de Chicago tuviera ninguna sobre sus actos. 

En poco tiempo, las calles de Cicero se llenaron de delincuentes, ante la impotencia de una modesta policía local más acostumbrada a patrullar por plácidas calles que a lidiar con ladrones, prostitutas o camellos. Con ellos, los precios de las viviendas y los locales comerciales cayeron en picado, cosa que aprovecharon los gángsters para adquirir muchas de aquellas propiedades a precio de saldo. Como por arte de magia, los indeseables desaparecieron con la misma rapidez que llegaron, y con los Capone como dueños de no pocos inmuebles, los precios volvieron a subir.  La mafia se habían convertido en una potente inmobiliaria local.

En el terreno político las cosas no fueron tan fáciles. Aunque tenía controlado al alcalde republicano de Cicero, a quien tenía comprado con sobornos, la llegada de las elecciones municipales de 1924 y la existencia de un decidido candidato demócrata que no parecía dispuesto a dejarse comprar, supusieron un problema para Capone.

Este creyó que podría recurrir a la intimidación para manipular aquellas elecciones… pero estaba equivocado. El candidato demócrata no cedió a las amenazas, y el daño físico era algo que el gánster no podía permitirse sin arriesgarse a que la policía estatal o incluso el FBI se le echasen encima. Matarlo no era una opción. Asesinar a un político lo convertiría en el blanco inmediato de todos los poderes judiciales y policiales de América así que decidió trasladar la amenaza y el miedo a los propios votantes.

El mismo día de las elecciones, Capone situó bandas de matones en la entrada de casi todos los colegios electorales que preguntaban a la gente sobre su intención de voto. Si pensaban votar al candidato demócrata les impedían entrar. La situación provocó un aluvión de protestas y situaciones de tensión entre los hombres del gánster y aquellos votantes lo suficientemente valientes como para enfrentarse a estos. La policía local de Cicero intentó en vano controlar la situación, pero era imposible. Uno de sus agentes fue encañonado por un gángster y obligado a ponerse de rodillas ante un grupo de votantes estupefactos.

El caos reinante y la posibilidad de que las elecciones locales de Cicero degenerasen en un baño de sangre hicieron saltar las alarmas en la vecina Chicago. Un juez de guardia autorizó la intervención de la policía estatal de Illinois para garantizar unos comicios tranquilos. La llegada de los agentes estatales hizo que los gangsters se retirasen y puso en orden la mayoría de los colegios electorales, pero en uno de ellos el asunto terminó en tragedia.

El grupo de matones que controlaba el lugar, encabezado precisamente por el hermano menor de Al Capone, Frank, no depuso su actitud. Cuando Frank Capone vio llegar los automóviles de la policía estatal, que no llevaban distintivos, creyó que en realidad se trataba de la emboscada de una banda enemiga. Sin pensárselo dos veces, sacó su revólver y abrió fuego. Los agentes estatales neutralizaron al agresor disparándole primero en la rodilla y, luego, después de que este siguiera disparando, acabando con su vida mientras estaba tendido en el asfalto. Frank Capone había muerto. Al Capone, que sufrió un severo golpe personal, organizó un gran funeral para su hermano. Paradójicamente, las elecciones las ganó el candidato republicano. 

Aquella muerte enseñó a Capone que la violencia podía ser una herramienta contra adversarios criminales, pero no era la forma de intentar controlar a los poderes políticos, policiales o administrativos. Había una forma mucho más sencilla de doblegar la voluntad de estos:  con dinero. Había que encontrar el precio adecuado para cada hombre.

Aquello marcó en nacimiento de un nuevo Al Capone, más astuto, que pese a su juventud manipuló con maestría los resortes no sólo del poder criminal, sino del poder civil e incluso de la opinión pública. Ese hombre iba a convertirse en una celebridad mundial, un icono cinematográfico y literario. Acababa de nacer el Enemigo Público Número Uno.

Se rumorea que Al Capone presionó para pavimentar la Carretera Madre para agilizar el transporte de su licor de contrabando. 

Es probable que alguien quiera desviase un poco  de la vieja Ruta 66 para visitar el Mount Carmen Cementery, en el 1400 S. Wolf Road de Hillside, donde descansan los restos mortales de Al Capone

LYONS está al oeste de Cicero siguiendo Ogden Ave. Esta población tiene dos alineaciones de la Carretera Madre: la de 1926-28 discurría por lo que hoy es Ogden hasta Lawndale y Joliet Rd. La alineación de 1929-1976  seguía por Harlem Ave hasta Joliet Road.

En 1908, George Hofmann Jr., un cervecero local hizo construir una presa en el río Des Plains para generar electricidad, a la que añadió una Torre de agua en un parque como atracción turística. 

El proyecto también incluía un área de picnic y paseos en barca por el río.  Desde 1984, la propiedad pertenece al estado de Illinois, que se encargó de su restauración luego que el edificio fuera incluido en el Registro Nacional de Lugares Históricos.

Hoffman Tower and Dam

La Torre Hofmann, construida en hormigón armado, tiene ocho pisos de altura, lo que lo convirtió durante años en la estructura más alta entre Lyons y Chicago.  Foto: 66PostCards.com

Experiencias cercanas
 Chicago
Pases Turísticos en Chicago

detalles

Edificio John Hancock Center
Entrada para el 360 Chicago Observation Desk

DETALLES

Chicago
Tour Privado por Chicago

detalles

Descubre la combinación perfecta entre modernidad y zonas verdes en este tour privado por Chicago con guía en español. Sus rascacielos os obligarán a mirar hacia arriba mientras caminamos por los parques más emblemáticos.

Romeoville

Desde Lyons, la Interestatal 55 discurre por el antiguo trazado original de la Ruta 66. En Boilingbrook se puede dejar la autopista y continuar el viaje por el trazado original de la Ruta 66 de 1940-1977 a través de la pequeña comunidad residencial de ROMEOVILLE al suroeste de Chicago.

Abierto en 1934 por «Jack» Peabody Stuyvesant, White Fence Farm hoy todavía es reconocido por su buena cocina, además de por su museo de coches. Cuando abrió ofrecía a los habitantes de Chicago un entorno rural para comer y cenar. Estuvo cerrado durante algunos años pero en 2011 volvió a abrir totalmente remodelado, con una capacidad para 1.000 comensales. Hoy, su menú todavía ofrece «El mejor pollo frito del mundo». El viejo letrero de neón sigue ahí, y ahora es más colorido que en el pasado.

Joliet

Joliet-Illinois

Joliet, a 50 km del centro de Chicago es la primera ciudad de cierta relevancia dentro de su área de influencia. Con una población de unos 150.000 habitantes, esta antigua ciudad industrial hoy se ha reinventado como un destino turístico que ofrece numerosos lugares históricos, como los imperdibles Teatro Rialto y el puente de Ruby Street en la antigua Ruta 66. 

Atraídos por el río Des Plaines y el suelo fértil de la zona, los primeros colonos encontraron amplias razones para quedarse y crear un asentamiento. Y  aunque ya existía como tal, la ciudad no se formalizó hasta 1834.

En 1837 empezaron las obras del famoso Hotel Nacional, que pronto se convertiría en un importante centro social de la comunidad, acaparando los bailes y las reuniones sociales de la emergente ciudad (el edificio se incendió en 1958). En 1838, Joliet ya contaba con un palacio de justicia, que servía además como iglesia y cárcel. 

La apertura del Canal de Illinois y Michigan en 1848 favoreció el desarrollo industrial y residencial. Enseguida surgieron molinos y fábricas, algunas de ellas relacionadas con la extracción de piedra caliza  de los ricos depósitos descubiertos cerca de la ciudad. 

En 1876, un magnate del ferrocarril llamado Jacob A. Henry construyó una mansión de 1560 m2 con piedra caliza de su cantera. La casa de 40 habitaciones tenía un lujoso acabado con accesorios de nogal y roble en el interior, incluida una escalera de nogal macizo con 119 husillos octogonales tallados a mano. Se dice que la casa, que hoy es un museo, es el mejor y más grande ejemplo de arquitectura renacentista que aún existe en Illinois.

A finales del siglo XIX, la abundancia de carbón convirtió a Joliet en un lugar perfecto para la emergente industria siderúrgica, que trajo consigo una avalancha de nuevos residentes. Durante de la década de 1980 esta dejó de ser rentable y, finalmente cerró. Las ruinas de la antigua acería Joliet Iron and Steel Works  se conservan como sitio histórico estatal.

Jacob-A.-Henry-Mansion Joliet Illinois

Jacob A. Henry Astor. Foto: Flickr, Muledriver

La Union Station de Joliet, construida en 1912, alguna vez atendió a los glamorosos viajeros ferroviarios de principios del siglo XX. Completa con un gran salón de baile, candelabros de cristal y techos de 45 pies, la estación sindical ahora figura en el Registro Nacional de Lugares Históricos.

Tanto desde el este como del oeste se llega a Joliet por la  IL-53, que fue la US 66 desde 1926 hasta 1940. Empezando por el este, se entra a la ciudad por N Broadway St. (Hwy 53), por donde se atraviesa a la izquierda el Route 66 Park, que cuenta con varias atracciones. Una de ellas es un cartel  con el escudo de la Ruta 66 en el que se puede leer: » Joliet Kicks on 66″. Más adelante se encuentra el antiguo puesto de helados Creamy Delight, ahora Rich and Creamy Soft Serve con los Blues Brothers bailando en el tejado junto a un cono de helado gigante. El puesto existe desde 1965, cuando se empezó como las oficinas de una empresa de casas móviles antes de convertirse en un puesto de helados en 1977. Ha sido propiedad de la ciudad desde 2001 como parte del desarrollo del proyecto Broadway Greenway y está arrendado a los operadores actuales.

Un poco más adelante a la derecha, en el 911 N Broadway St., se encuentra Dick´s  Towing, una empresa de grúas con una decoración sorprendente.

Más adelante, se gira a la izquierda para tomar el Puente de Ruby St., a través del cual la Ruta 66 cruzaba el río Des Plaines. Fue construido en 1935, tiene una longitud total de 121 m., y es móvil, para permitir el paso de los barcos. 

Ahora la carretera gira hacia el centro de Joliet. Antes de hacerlo, en sentido contrario se puede visitar una de las atracciones de la ciudad. 

Parece haber cierta confusión sobre el por qué del nombre de la ciudad. Cuando nació la ciudad alrededor de 1834, se registró como «Julieta», lo que ha llevado a suponer que la nueva ciudad recibió su nombre en honor al personaje de la tragedia de William Shakespeare.

( en este sentido es lógico pensar que el nombre de la ciudad de Romeoville (originalmente Romeo) sí que tenga que ver con el nombre de su vecina, a modo de divertido juego de personajes).

Aunque la historia todavía se debate hoy, es bastante probable que el nombre original de «Julieta» se deba a una degradación del nombre de Louis Jolliet, quien exploró la zona en 1673, describiéndola como rica en caza y rodeada de amplias praderas y frondosos bosques.

Desde 1834 hasta 1845 aparentemente nadie estaba realmente seguro del nombre de su ciudad natal, pero En 1845 Juliet decidió cambiar finalmente su nombre original por el de Joliet, corrigiendo el histórico error.

( la cercana Romeo se hizo eco del asunto e hizo lo mismo, convirtiéndose de pronto en Romeoville).

Otro de los destacados de Joliet es la Vieja Prision. La Historic Old Joliet Prison abrió como Penitenciaría del Estado de Illinois en 1858 y acogió a reclusos hasta 2002, cuando cerró y se abandonó a su suerte. La ciudad de Joliet adquirió la propiedad en diciembre de 2017, para acondicionarla y abrirla al público al año siguiente.

La pieza central del conjunto es el edificio de administración, con aspecto de castillo. Construida hace 160 años, fue diseñada por el arquitecto William Boyington (el creador de la también pétrea Torre del Agua de Chicago) quién nunca tuvo la intención de hacerla parecer agradable, sino conscientemente infranqueable, intimidante y aterradora.

Old Joliet Prison Historic Site tours, 1125 N. Collins St., Jolie. De marzo a octubre se pueden hacer visitas autoguiadas o concertadas.

Joliet-Illinois

En la vieja prisión se ha rodado la película «Granujas a todo ritmo» (1980) y la serie «Prison Break».

Ya en el centro, en el 204 de North Ottawa St,  la Joliet Area Historical Museum and Route 66 Welcome Center , además de dedicarse a la historia de la ciudad a la Ruta 66, con un Centro de información y diferentes exposiciones  sobre la Ruta 66. Incluye también una tienda de regalos.

El Ruben´s Rialto Square Theatre, es uno de los más bonitos del estado. Fue construido por los seis hermanos Rubens y se inauguró en 1926, el mismo año que nació la Ruta 66. Los asistentes al teatro esa noche pagaron 50 centavos para ver la película muda “Mademoiselle Modiste”. Describirlo arquitectónicamente es complejo, y es que sólo en EE.UU se pueden mezclar con éxito los estilos griego, romano y bizantino en un único edificio. El resultado es un elegante teatro que transportará al visitante a tiempos pasados. El antiguo “palacio del cine de vodevil”, inscrito en el Registro Nacional de Lugares Históricos, fue restaurado en 1980 y reconvertido en un “centro de artes escénicas”. En 2006, se embarcó de nuevo en una campaña de recaudación de fondos para otra renovación y poder así garantizar su futuro. Hoy en día, además de eventos culturales, acoge otro tipo de acontecimientos, como por ejemplo la celebración de bodas. 

Para aquellos que siguen la Ruta 66, esta sigue el recorrido de la actual carretera 53 en dirección sur, donde la Ruta 66 adquiere una nueva apariencia, por fin, abierta y fluida, añadiendo un carril más en cada sentido, recorriendo pueblos eternos y recordando al viajero cómo era Estados Unidos antes de las interestatales.